La importancia de la postura

Una parte crucial, pero modificable, de tu imagen es la gracia de tus movimientos: tu postura. He aquí un modo para mejorar tu postura y así volverte más sana, atractiva y feliz.

El ser humano es ser de impresiones visuales. Por ejemplo, cuando vamos de compras hay prendas que no nos atraen hasta que vemos como funcionan en un maniquí y entonces sí quedamos impresionadas.

Por ello es importante que la primera impresión que des a la persona que tienes enfrente sea la mejor posible. 

Hoy quiero hablarte sobre uno de los elementos de la imagen personal que muchas veces no se toma en cuenta: la postura corporal.

¿Cómo lograr tener mejor presencia?

Uno de los primeros principios en el campo del desarrollo personal y el saber estar es el de la perfección en la postura. Una forma de verificar la importancia de la misma es observando a los jefes de estado, presidentes de compañías y miembros de la realeza.

Aparentemente son las piernas las que te llevan, pero en realidad quien conduce en cuanto a la forma de caminar y la postura es la cabeza.

Puedes por lo tanto proyectar tu personalidad al momento de aproximarte a la persona con quien te vas a encontrar:

- camina hacia delante

- alza tu barbilla

- establece contacto con los ojos

- extiende la mano y sonríe

- imagina que un hilo imaginario te ata a una nube y da impulso a tu cabeza

¡Ya estás! ¡Ésa es la perfección en la postura!

Una persona que camina erguida, con la cabeza en alto y a paso enérgico instantáneamente contagia entusiasmo, eso sin contar la buena apariencia física que refleja.

Además de los efectos visuales que causa la buena postura también tiene sus ganancias en el cuidado de varias partes del cuerpo, especialmente la espalda. Caminar o sentarse de hombros caídos y espalda encorvada produce graves daños en la columna, desfigura el cuerpo, genera fatiga y hasta dolores de cabeza.

Todo esta en tu forma de caminar; un magnifico truco de belleza para que tu cuerpo luzca mucho más alto, derecho y esbelto es caminar erguida.

Naturalmente la espalda tiene su propia curvatura por lo que tú, aunque te parezca sorprenderte deberías caminar tiesa como una tabla.

Para saber si estas caminando correctamente sigue los siguientes consejos:

Primero pon tu cabeza, hombros y nuca contra la pared. Con los pies ligeramente separados, y los talones a unos cuantos centímetros de la pared.

Tus hombros deberán descansar naturalmente. Relájate. Mete el vientre, hecha un poco los hombros hacia atrás. Mientras, siente cómo se expande tu pecho, pero sin curvear la parte de arriba de la espalda.

Familiarízate con tu respiración; respira profundamente varias veces.

Da un paso adelante y mantén la postura.

En seguida, práctica caminando hacia un espejo y verás como tu cuerpo automáticamente luce más estilizado.

Al caminar en la calle no olvides llevar la mirada al frente, tronco recto, movimientos suaves de cadera y brazos.

Para lograrlo se deben tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:

• Hacer ejercicio regularmente, éstos fortalecen la musculatura de hombros y espalda facilitando la adopción de la postura ideal.
• Rehusar de la permanencia por mucho tiempo sentado, en todo caso variar la posición con caminatas breves para el estiramiento de los músculos y el alivio de tensiones.
• Procurar que al sentarse los pies no queden colgando y las piernas formen un ángulo de 90°.
• Evitar la inclinación hacia los lados y mucho menos encorvarse, pues la espalda debe permanecer recta.

Ciertamente no todos tienen la habilidad de mantener las 24 horas del día una postura ideal. A veces el cansancio o el estado de ánimo influyen en el descuido, pero siempre es bueno recordar la buena impresión que da una bonita forma de caminar y su beneficioso significado para la salud.