El pelo, como se suele decir, es el marco del rostro. Nos da ese toque de belleza característico de las mujeres. Tratamos de cuidarlo lo mejor posible, para lograr que sea manejable, que esté adecuadamente humectado, que tenga el volumen perfecto. Pero lo que mas nos preocupa, es lograr que brille. Queremos que tenga destellos de luz que encandilen a quien nos mire la melena. Lograr ese resultado puede no ser la tarea mas fácil, pero por suerte, no es imposible.
Un cabello brillante y luminoso es un signo indiscutible de buena salud. Y al contrario, un cabello sin luminosidad a menudo es sinónimo de envejecimiento prematuro. ¿De dónde viene este debilitamiento? Del deterioro de las cutículas (la parte externa del cabello). Cuando la cabellera está sana y luminosa, las cutículas son lisas. En el caso de los cabellos apagados, estas cutículas presentan irregularidades: las escamas están dañadas e impiden que se refleje la luz.
Cabellos apagados y falta de hierro
Tras un problema de cabello, a menudo se encuentra algún tipo de carencia. En el caso del cabello apagado, que está seco, deshidratado y desvitalizado, generalmente se trata de una falta de hierro. Las dietas o alimentaciones poco ricas en ácidos grasos (aceite de oliva o pescado) a menudo son el origen de estos problemas.
Por tanto, procura seguir una alimentación equilibrada ya que, a veces, una carencia demasiado importante puede comportar la caída del cabello. Un pequeño consejo: ¡acuérdate de integrar vitaminas B en tus menús, tu cabello te lo agradecerá!
Los cuidados extremos son nefastos para tu cabello
Querer hacerlo demasiado bien, a veces consigue el efecto contrario y ¡esta lección puede aplicarse totalmente a los cabellos apagados! Se ha demostrado que este problema a menudo se debe a un uso excesivo e inadecuado de los productos de belleza. Las continuas coloraciones, permanentes y alisados dañan y resecan el cabello. Pero lo que no sabemos tanto es que abusar del acondicionador también debilita la cabellera. La silicona que contienen estos bálsamos se pega a la cutícula y la daña en profundidad.
¡Y esto no es todo! La exposición a los rayos luminosos y no aclararse suficientemente el champú también constituyen factores que debilitan el cabello, es verdad que en menor medida, pero también hay que tenerlo en cuenta. Así pues, debemos procurar aclararnos correctamente el cabello cuando nos lo lavemos. Y también hay que intentar no resecar el cabello colocando el secador demasiado cerca de la cabeza. Una buena distancia de “seguridad” es de al menos 15 centímetros.
Cabellos apagados: soluciones simples
Además de adoptar gestos delicados a diario, como un cepillado y un secado suaves, hay productos de belleza especialmente adecuados para los cabellos apagados. Así pues, las mascarillas de quitina son muy recomendadas para estos casos. Favorecen la reconstitución celular y ayudan a la cutícula a restablecer su cohesión. Gracias a este elemento, la cabellera adquiere mucha más luminosidad y se hace mucho más sedosa.
Sin embargo, la mejor solución reside en los cuidados naturales, por lo que no hay nada mejor que una buena receta casera: jugo de limón, vinagre y agua templada después del acondicionador. ¡Basta con dejarlo reposar algunos minutos y en un momento tus cabellos habrán recuperado su brillo!
¿Qué trucos tienes para cuidar tu pelo?
Un beso.
Mónica
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Mónica