Es curioso la cantidad de
connotaciones que puede tener el tomar infusiones o tes: puedes tomarte un té
blanco aromatizado en el más sofisticado de los salones de té, o ir a un herbolario
y que te receten infusiones de tomillo y gordolobo para el catarro, o utilizar
unas hierbas de Provenza en la comida
sin saber muy bien sus propiedades… en todos los casos las hierbas y los tes te
pueden aportar muchos beneficios y muy buenas sensaciones.
No me voy a explayar con la historia del uso de las hierbas, prefiero centrarme en lo que se puede obtener y utilizar actualmente. Si deseas hierbas para cocinar a diario, puedes ser suficiente con las de cualquier supermercado, pero si necesitas cuidar tu salud con infusiones, lo mejor es que vayas a un herbolario y compres planta de calidad y biológica, que te certifique que conserva sus propiedades y principios activos… y su aroma y sabor, claro. Y si lo que deseas es infusiones y tés para saborear y vivir una experiencia sensorial placentera, podrás encontrar algunas buenas mezclas en los herbolarios o en tiendas especializadas en tes. Lo único que hay que advertir es que en las mezclas aromatizadas de las tiendas tipo “Tea Shop” los aromas son para los sentidos, pero no necesariamente son tan medicinales. Por ejemplo, si compras té al aroma de limón, posiblemente del limón solo tendrá el aroma, pero no sus propiedades desinfectantes, a menos que lleve trocitos de corteza de limón.
Y qué decir de la maravilla de tener algunas plantas aromáticas en tu jardín o en maceta… ¿Una infusión digestiva de menta fresca para las visitas? ¿O macerar unas hojas de menta fresca y unos trozos de limón en la jarra de agua de beber en verano? ¿Un refresco veraniego de infusión de salvia muy ligera enfriada en la nevera? ¿Un toque de tomillo fresco y limón en el pescado al horno? ¿Un filete de cordero con picada de hojas de romero y tomillo?...
Os propongo algunos usos:
*Para
costipados y gripes:
Un gran antibiótico que
pasa desapercibido es el tomillo. Úsalo
en infusión sin hervir o para aliñar las comidas (arroz, patatas,
carne, incluso pescado) cuando necesites fortalecer defensas y combatir los
costipados que pasan a los pulmones. Además, su sabor en infusión caliente
sorprende por lo ligero que resulta, y en infusión
fría en verano refresca y sorprende
al paladar acalorado incluso junto a la piscina…
*Para
los dolores de la menstruación… o un delicioso afrodisíaco ligero apto también
para hombres:
Hierve cinco minutos azahar, canela y uno o dos trozos de piel
de limón. Dejarás aromatizada toda la estancia mientras hierve. Sirve con miel y ¡disfruta! Calma los espasmos de
los días de la regla y ayuda a sentirse ”bien”…
*Para
descansar bien:
Deja en infusión, sin hervir, manzanilla, tila, azahar, lavanda, poleo… Si necesitas tratamiento específico para dormir, entonces valeriana. Si tienes tendencia a contracturas o a tensionar mucho los músculos, por ejemplo de la espalda, toma passiflora. Si en tu herbolario puedes encontrar algunas flores como caléndula o rosa, también es adecuado para el descanso. Puedes añadir piel de naranja (seca en los herbolarios o un trocito de piel fresca, cuidando de que no tenga mucho de la parte blanca).
*Para
las digestiones pesadas:
La mayoría de las infusiones digestivas que te ofrecen
en ciertos restaurantes mezclan algunas de estas hierbas:
La manzanilla
actúa sí o sí: o te “entona” o te hace expulsar si estás muy mal. En
combinación con las otras es calmante y sienta bien a todos, niños incluidos. El
poleo y la menta, que son de la misma familia, regulan la digestión. Y todos
los anises son digestivos y regulan
los aires: hinojo, anís verde, anís
estrellado, comino… el más efectivo para cocinar legumbres, por ejemplo, es
el comino, y el de sabor más delicado es el anís estrellado.
*¿Y
para los momentos “especiales” o para las visitas?
Puedes recurrir a los tés aromatizados de tiendas
especializadas, siempre respetando los
tiempos de infusión. Por regla general ningún té debe prepararse con el
agua hirviendo, el agua ha de estar en ese punto en que apenas empiezan a salir
algunas burbujitas pequeñitas. Si se calienta a más temperatura o se deja más
tiempo del correspondiente, entonces se vuelve más y más amargo, y puede acabar
resultando muy desagradable. El tiempo máximo para cualquier té suelen ser 3
minutos. Una buena idea es ofrecerlo con un relojito en la bandeja, ¿por qué no
un pequeño reloj de arena? O encargar a la persona más cuidadosa de la reunión
que controle el tiempo con un reloj ;-)
De entre los tés, el más común y el que resulta más excitante es el té negro. La mayoría de las mezclas de las tiendas de té son de té negro de diversos tipos y calidades.
El té rojo
tiene algo menos de teína y es un gran depurador del hígado y la linfa, así que
también puede ayudar como digestivo… también tiene hierro; pero eso sí, su
sabor es terroso, hay que acompañarlo con vainilla, por ejemplo, o con algo
frutal.
No hay que confundir el té rojo con el rooibos, que también es de un color
rojizo y sabor algo terroso, pero que es diferente. NO es planta té, así que no
tiene nada de teína excitante. Limpia y remineraliza mucho los riñones, lo
notaréis al ir al lavabo… Y se puede matizar su sabor con vainilla y naranja,
por ejemplo.
El té verde
es más suave y agradable de sabor (si se respeta estrictamente su tiempo de
infusión de 2-3 minutos máximo), limpia más los riñones y combina de maravilla
con la menta, seca o fresca… sí, té verde con menta fresca es el famoso “té moruno” o “té árabe”, que sienta de maravilla en caliente incluso en verano,
porque la menta hace efecto refrescante.
Y me he dejado para el final el más delicado y exquisito, la auténtica sofisticación del té… el que solo se recolectaba durante una semana al año y era “el té del emperador”: el té blanco. Se llama así por el color clarito de sus hojas, que se recogen en un punto muy específico de su maduración. Su sabor es suave y ligero, aromático, no amarga y no tiene mucha teína… es una delicia que ¡sorpresa! Tiene muchísima vitamina C y antioxidantes, así que encima es un gran tratamiento para las defensas. Se puede tomar solo o con un toque de limón o con flores…
Mi sugerencia es que os acerquéis regularmente a una tienda de té o a un herbolario y que vayáis probando, dejándoos asesorar… y que utilicéis vuestra creatividad para elaborar vuestras propias mezclas, con 2-5 ingredientes es suficiente: una digestiva, una nocturna, una sorpresa para los momentos agradables. Dadle vuestro toque con frutas (piel de naranja, limón, manzana o piña), con hierba fresca (la menta es la reina), con especias (un punto de vainilla da misterio, y la canela en su justo punto caldea las situaciones), unas flores dan suavidad y feminidad y relajan a los hombres… jugad a sentir aromas, sabores y efectos en la salud y encontraréis ese estilo que parece natural, pero encierra toda la sofisticación que queráis ponerle.
Me ha encantado Mónika...un estupendisimo resumen de lo importante ...Ya sabes que yo soy mucho "de hierbas"
ResponderEliminarBesos
Gema
Muchas gracias, guapa. Sí, en lo de las hierbas coincidimos como en unas cuantas cosas más.
EliminarUn beso,
Mónika
Me encantan las infusiones. Por regla general las tomo solo por placer y no me preocupo demasiado de las propiedades de los ingredientes.
ResponderEliminarPero me sientan tan bien que cuando estoy fuera de casa y me tengo que conformar con las tacitas diminutas con tés de procedencia dudosa en muchos casos, me pongo frita.
Como siempre una entrada muy instructiva y muy interesante.
Un abrazo
Mmmmmm buen placer has elegido, se puede jugar mucho con los sabores y aromas... y si te vas atreviendo con las propiedades, verás que el cuerpo le coge el gusto a las cosas que le sientan bien. Yo me acabo de preparar una mezcla potente para el catarro de los pulmones que llevo y encima me ha salido riquísima.
Eliminar¡Ánimo, que vale la pena!
Un abrazo,
Mónika
Otra a la que le van las hierbasy coincido con Marta en las minitacitas que te ponen por ahí, por eso me gusta tomármelas en casa y agarradita a la taza,..hummmmmm,...me voy a preparar una ahora mismo :-)))
ResponderEliminarjeje me ha gustado eso de agarradita a la taza, yo la tengo aquí al ladito.
EliminarSigue disfrutando.
Un beso,
Mónika
Que ganitas de tomarme una infusión... ahora mismo de piña colada. Que xula entrada de blog, las fotos también geniales, enhorabuena Moni!!
ResponderEliminarAurora
Gracias, guapa. Si te han dado ganas de tomarte una infusión, parece que hemos logrado el objetivo :-) Muy original la de piña colada, tendré que probarla yo.
EliminarUn beso,
Mónika
Muchas gracias Mónica: muy interesante y sabrosón :-)
ResponderEliminarSe me está haciendo la boca agua por momentos!!!!
Francesc
Me alegro de que te guste. Ya sabes, a probar sabores sabrosones.
EliminarUn abrazo,
Mónika
Me encantan las infusiones, sobre todo las de roiboo y té con canela, en invierno me resucitan....Tomo nota de las "recetas" especialmente la de passiflora para destensionar la espalda, mi punto flaco.
ResponderEliminarBesos y enhorabuena, me ha encantado...
mmm si las que más te resucitan son las de rooibos, que limpian el riñón (que en invierno está con muy poquitas energías) y la canela, que calienta el corazón... creo que en medicina china te dirían que hay algo de frío interno y que a los riñones les falta vitalidad para tirar adelante. ¿Por qué no pruebas también el jengibre? Por ejemplo mezclado con té verde está fantástico y "calienta" los riñones. Y respecto al punto débil en la espalda, ahí hay mucho de emocional y energético, mucho "cargarse las cosas a la espalda"... Para eso a mí me ha ayudado mucho el yoga, la natación... pero sobre todo, mucho trabajo energético-emocional para aprender a no cargarme las cosas de los demás. Espero que esto te ayude.
EliminarUn gran abrazo "sanador" para la espalda.