En el libro Alicia en el país de las maravillas, cuando
Alicia se encuentra al gato de Cheshire, mantiene una conversación un tanto
curiosa:
-“¿Me podrías
indicar hacia donde tengo que ir desde aquí?” pregunta Alicia.
”- Eso depende
de a dónde quieras llegar” responde el gato.
- “A mi no me
importa demasiado a donde”
-“En ese caso,
da igual hacia donde vayas”
-“Siempre que
llegue a alguna parte”
-“¡Oh! Siempre
llegarás a alguna parte, si caminas lo bastante”.
¿Parece que a Alicia
no le importa demasiado a dónde ir, verdad?
A veces a nosotros nos
pasa igual, vamos siguiendo el camino pero no sabemos a donde nos lleva.
Caminamos casi por inercia, sin ilusiones, con cansancio, parando aquí y
apretando el paso allá, sin rumbo fijo y casi sin sentido. Y llegamos, claro
que llegamos, pero a cualquier sitio ¿Estás segura que es ahí a donde querías
llegar?
Es importante trazarse una meta, un objetivo. Saber a dónde
vamos y que llegaremos a donde queremos.
Una vez que tenemos
nuestro objetivo, tendremos que pensar en cómo lo conseguiremos, qué camino
tomaremos, qué obstáculos podemos encontrar, trazarnos un plan de ruta y
ponernos en movimiento.
El tener un objetivo nos motiva, nos alienta, nos impulsa,
nos mueve, hace fácil el camino, despierta nuestras ilusiones, hace que
salgamos de nuestra zona de confort. Tenemos a donde ir.
A la hora de fijarte un objetivo, ten en cuenta estas cosas:
2- Temporalizable: Ponte un plazo, si no, no lo
lograrás nunca. ¿Cuántas veces has pensado en dejar de fumar? ¿o en aprender
inglés? ¿o en apuntarte a un gimnasio? ¿Lo has hecho? Seguro que no ¿Qué falló?
¿Te pusiste un plazo? A veces nos quedamos en meras intenciones sin más, si
tenemos una fecha, seguro que nos será más fácil hacer lo que queremos.
3- Controlable: Que dependa de ti. No conseguirás
un objetivo que dependa de otro.
4- Ecológico: O sea que no afecte negativamente a
tu entorno, familia, trabajo, amigos. Como decimos en mi pueblo: No se trata de
vestir a un santo desvistiendo a otro.
5- Positivo: A la hora de pensar qué quieres
lograr, piénsalo y verbalízalo y hasta escríbelo en positivo. Así engañamos al
cerebro que no entiende el no y no sabrá comprenderlo ni llevarlo a la práctica. Ej. en lugar de decir: No trabajar
tanto tiempo, podríamos decir; Gestionar mejor el tiempo en mi trabajo.
6- Fijarte pequeñas metas: ¿Cómo te comes un
chuletón? A trozos ¿no? Pues con tu objetivo pasa igual. Si te pones como meta
perder 10kg, piensa primero en el primer kg, luego en el
segundo...consiguiendo pequeñas metas antes de llegar a la meta final, te
motivarás más y será más fácil llegar a ella.
7- Saber con qué recursos cuentas: Qué necesitas,
qué tienes, dónde buscar lo que te hace falta.
8- Establecer un plan de acción...y a por ello.
¿Tienes un
objetivo?
¿Cuando te
pondrás en marcha?
Buenisimo post Gracia.Es importante tener un objetivo en la vida y saber cómo lograrlo más.Me quedo con lo de conseguirlo pasito a pasito
ResponderEliminarUn beso
Gema
http://brujuladeestilo.blogspot.com
Gracias Gema, es lo que yo digo siempre, el elefante puede comerse, si se hace trocito a trocito.
ResponderEliminarBesos
Gracia
www.crecercoaching.com
Estoy totalmente de acuerdo contigo Gracia. Esta claro que si quieres cumplir con tus objetivos en la vida tienes que moverte e ir a por ellos, no esperar a que se cumplan por arte de magia.
ResponderEliminarUn beso.
Mónica
Efectivamente, si no nos movemos nos quedamos siempre en el mismo sitio.
ResponderEliminarGracia
Pero en muchas ocasiones cuesta salir de nuestra "zona cómoda".
EliminarMónica
Así es, Mónica. Le tememos al cambio. Preferimos en muchas ocasiones continuar en la comodidad de lo que nos es conocido.
EliminarY si no expandimos nuestra zona de confort, salimos de ella y nos adentramos a vivir nuevas experiencias y vivencias, no podremos avanzar, superar hasta nuestras expectativas iniciales. Nos sorprenderemos al comprobar que muchos límites nos los ponemos inconscientemente nosotros mismos.
Tienes toda la razón Mara. Por ejemplo, cuando Gema me comunicó que abandonaba el blog, me llevé un disgusto, pero empecé a replantearme muchas cosas, a pensar en cómo lo iba a llevar sola, qué cambios tenía que llevar a cabo y al final me he dado cuenta de que puedo sacar perfectamente todo el trabajo que implica este blog sola.
EliminarHay que avanzar y no tener miedo a los retos.
Un beso.
Mónica
En determinadas ocasiones, dependiendo del momento en el que nos encontremos, la primera y principal dificultad u obstáculo que podemos encontrar, es establecer el objetivo a alcanzar. No en todos los casos resulta fácil determinar cuál es, qué queremos alcanzar, hacia dónde queremos dirigirnos, qué es lo que verdaderamente necesitamos.
ResponderEliminarHay metas más a corto plazo, más sencillas de alcanzar, más fácilmente identificables; pero aquellas que requieren de más tiempo, más recursos, movilizar más aptitudes, desarrollarlas, encadenar más logros, y está compuesta de kilómetros de distancia a superar con pequeños y firmes pasos... ya implican no sólo más esfuerzo, que es obvio, sino ante todo, definir bien, acertadamente, el objetivo. Porque si éste no fuese el adecuado, el que verdaderamente queremos y necesitamos, es tal la magnitud de tiempo invertido, de esfuerzo, de camino a recorrer; que puede actuar como proceso desmotivador, haciendo, posiblemente, que llegue un momento en que nos encontremos perdidos sin saber cómo continuar y hacia dónde, con la frustración que puede conllevar la sensación de habernos equivocado y no haber invertido adecuadamente nuestro tiempo.
Pero, por otra parte, hasta esas “equivocaciones”, esa “desorientación” y pérdida de un rumbo definido, pueden resultar necesarias para determinar nuestro principal y definitorio objetivo. Aprovechar aquellos que hemos descartado (por comprobación) porque no son lo suficiente motivadores, no nos producen tanta ilusión como inicialmente creíamos, no son el origen, la base; para poder perfilar con más exactitud el auténtico origen de aquella meta a perseguir.
Además, una vez iniciada la marcha, el camino, y teniendo en cuenta que el cambio siempre será una constante, podemos también reorientar, necesitar dar un cambio de sentido, de dirección; cambiar... Con lo que el proceso volvería a iniciarse.
Me parece que me he perdido en divagaciones y he acabado por enfocar el comentario exclusivamente en aquellos “objetivos mayores”, aquellos que dotan de mayor sentido a nuestra vida, qué queremos alcanzar, qué queremos hacer con ella, hacia dónde queremos dirigirla.
Me ha gustado mucho la entrada. Porque, aunque algunos de los planteamientos que haya expuesto puede que sean equivocados, no del todo exactos, me va a hacer reflexionar, pensar más en ello.
¡Un abrazo!
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Por ello es importantísimo tener muy claros los objetivos que queremos lograr y sobre todo, ponernos metas alcanzables. De nada sirve ponernos objetivos inalcanzables que únicamente servirán para frustarnos y desmotivarnos.
EliminarPor supuesto que podemos equivocarnos al definir nuestr objetivo, una cosa es la idea prefijada que tenemos en nuestra cabeza y otra la realidad, por ello es primordial la definición del objetivo, así como conocer los recursos de los que disponemos para lograrlo. Hay muchas vías diferentes para lograr un mismo objetivo, lo importante es saber cual es la mejor para nosotros.
Un beso.
Mónica
Toda la razón Mara, el objetivo hay que definirlo claramente y con la mayor concreción,ser lo más específico posible para poder llegar a él. Esta premisa es válida para todo tipo de objetivo, ya sea pequeño, grande o mediano.
ResponderEliminarNo me ha parecido que te perdieras en divagaciones sino has incidido en la importancia de definición del objetivo, que es fundamental. Es verdad que hay que proponerse un metaobjetivo, en el caso que expones, qué hacer con nuestra vida, hacia donde encaminarla. A menudo llegar a conseguir nuestro metaobjetivo pasa por ir cubriendo pequeñas metas. Cuando obtenemos unas, aparecen otras, o debieran aparecer, al fin y al cabo eso es la vida, ir siempre avanzando hasta el fin último.
Pero una vez identificado y definido lo que queremos saber si puedo hacerlo, si son alcanzables, si tengo los recursos necesarios, ponerle fecha, pensar en los posibles obstáculos y valorar si es lo suficiente motivante para que nos comprometamos a tope con él, nos ayudará a equivocarnos menos, a estar menos perdidos y a planificar mucho mejor el camino a recorrer.
¿Que nos equivocamos? no pasa nada, se reorganiza, se reorienta, se redirige y seguimos adelante. Al fin y al cabo de los errores se aprende. Y cosas que nos parecían importantes, puede que nos demos cuenta que no lo son tantos. Eso es la vida, un contínuo caminar, un constante avance y porqué no algunos retrocesos.
Yo que acabo de encontrar mi objetivo y que estoy metida de llena en alcanzarlo, estoy viviendo en carne propia lo complicado que es dejar comportamientos adquiridos que no llevan a ninguna parte, o peor aún, que llevan a donde no queremos, pero levantarme cada día con la idea de que hoy puedo dar un paso más adelante, me llena de satisfacción
ResponderEliminarUna vida sin sentido acaba por matarnos
Besos para las dos
Eso es lo importante Curra, ver que cada pequeño paso que das te acerca más hacia la meta. Me alegro muchísimo por ti.
EliminarUn beso.
Mónica
Estupenda entrada, Gracia.
ResponderEliminarMe ha encantado tu aportación a este blog. Fabulosa.
¡Vamos a llevar todas esas ideas a la práctica y a conseguir que no queden en teoría!
Gracias.